Siempre hay un acontecimiento en nuestras vidas que es el responsable del hecho de que hayamos dejado de progresar. Un trauma, una derrota especialmente amarga, una desilusión amorosa, e incluso una victoria que no entendemos muy bien, acaba haciendo que nos acobardemos y que no sigamos adelante.
El ser humano en el proceso de crecimiento y progreso de su vida y sus sueños, primero debe liberarse de ese "punto acomodador"... y para eso tiene que recordar su vida y en donde está.
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